Eres el aire

miércoles, 30 de abril de 2008

0 Puntos de Vista  



Oye amor
tu me vas a ayudar
porque yo
te quiero hablar
de un dolor
que me va a matar
y tu calor
me lo va a curar

Porque eres el aire
que necesito respirar
contigo a tu lado
tengo un bonito despertar

Oye amor
tu me vas a ayudar
porque yo
te quiero hablar
de un dolor
que me va a matar
y tu calor
me lo va a curar

Porque eres el aire
que necesito respirar
contigo a mi lado
tengo un bonito despertar

entre los dos
entre los dos
entre los dos

Porque eres el aire
que necesito respirar
contigo a mi lado
tengo un bonito despertar


Gracias Sir Jonhy!!

Caminando entre tinieblas

martes, 29 de abril de 2008

7 Puntos de Vista  



No es fácil viejo amigo, pero no te puedes rendir ahora, no puedes dejar tantos años perdidos, sabías que no era fácil, pero este es tu camino y ante ti la senda se rinde y se aparta la maleza, porque en las sombras de la noche tu eres el destino, caminas en tinieblas porque allí te has forjado, y tu corazón de piedra en el fuego fue creado, no es duro el camino, sino las yagas que en ti se han formado. No temas en caer derrotado, pues cada vez que te levantas, una batalla has ganado, de oscuridad es el manto que te da calor, la noche es la luz que abrasa tu piel, de hielo es la mirada que escupen tus ojos, tuyo es el camino y a ti se rinde, tuyas son las tinieblas porque son tu destino.
Si viejo amigo, cuantas penurias y amarguras has pasado, y las que aún faltan por llegar. Encontraras a otros muchos entre las tinieblas, algunos te acompañaran un tramo, otros intentaran que no des un paso más, pero tú, querido amigo saldrás triunfante y de cada uno de ellos algo habrás aprendido. Suerte en tu camino!

-=SiTo=-

Y del cielo la vi caer...

lunes, 28 de abril de 2008

0 Puntos de Vista  



Un haz de luz cegador me cegó el 5 de marzo del 2008, observé hacia lo más alto del cielo y allí estaba, descendiendo lentamente, mis ojos no daban crédito a tan exuberante belleza, nunca antes había tenido la oportunidad de apreciar el significado tan exacto de la hermosura, me enamoré nada más verla por primera vez, notaba como mi corazón palpitaba más y más deprisa, pero yo, no era visible para sus ojos...

Descendió del cielo como un ángel, se posó a mi lado, y noté como desaparecieron todas las penurias y tristezas que anidaban en mi interior. Me hablaba y sus palabras penetraban en mi pecho alejando el escudo que yo mismo me coloqué en su día. No podía creerlo, un ángel había descendido del cielo para permanecer a mi lado, pasaron las horas y a cada segundo me sentía más y más feliz. Al final logré alzarme y colocarme al lado de mi preciado ángel, dejé a un lado mi sendero para empezar a caminar por uno totalmente nuevo, plagado de color, de ilusiones... de VIDA.

Caminé y caminé cogido a la mano de mi ángel, me sentía seguro y lleno de energía, intentaba aportar lo máximo de mí, no quería que viera que no estaba a su altura, temía que se arrepintiese por haberme elegido entre 10 millones. Estaba dispuesto a sacrificar mi propia vida tan solo para que se sintiese el ángel más afortunado de todos.

Al tiempo comprobé que el sendero no era totalmente llano, varios baches y piedras lo formaban también. Me dije a mi mismo, que un camino no sería tal si no hubiera dificultades al caminar. Traspase dichos baches sin soltar en ningún momento la mano de mi ángel, intenté ayudarle a sortearlos también, me sentía pletórico, lleno de vitalidad.

Durante la travesía aprecié aun más de cerca a mi preciado ángel, cada mirada, cada palabra, cada suspiro que desprendía me gustaba más que el anterior y a cada minuto mi paladar se endulzaba cada vez más con sus besos acaramelados. Y de un ángel me fui a enamorar, le juré amor eterno y le entregue la posesión más preciada que he tenido nunca: mi alma. Tenía ya un objetivo marcado en esta vida, imaginaba el resto de mis días paseando con aquel ángel que del cielo vi caer, dispuesto a enfrentarme contra cualquier huracán que osase interponerse en nuestro camino. A veces en la oscuridad de las noches estrelladas, el ángel me decía que no sabía como agradecerme que estuviese con él, que quizás me merecía otro ángel mejor, ¿Acaso existe un brillo más poético que el que me ofrecen sus ojos? ¿Acaso su sonrisa no es la culpable de que el sol aparezca cada día? Mientras oía esas palabras, mi alma se quebraba por dentro y en un grito desesperado me desgarraba las entrañas diciéndome a mi mismo: "¡Si ya lo haces! la mejor forma de agradecérmelo es estando junto a mi como estás haciendo".

La niebla matinal se hizo dueña del sendero, esa niebla que florece ante nuestros ojos, con la única función de unirnos más, agarrarnos más el uno al otro y así caminar con cautela, para salir de la niebla totalmente fusionados o bien para distanciarnos y lograr así que nos perdamos entre la espesa bruma.

Noté como su mano se soltaba de la mía, ¿Donde está? no la veo, de repente me encuentro solo, sin mi ángel, sin mi amor. La oigo pero no alcanzo a verla, la niebla, cada vez más espesa, me lo impide. He de encontrarla, se que está ahí, sigo escuchándola, se que me necesita al igual que yo a ella, estábamos fusionados en alma, no temo, se que la encontraré. Empiezo a andar gritando en silencio entre la bruma, ¿Por qué no alzo más la voz? ¿Tengo miedo a que se asuste? ¡He de luchar, me siento fuerte! ¿Por qué se soltó? ¿No la agarré con fuerza? ¿Me debilité y no pude sujetarla junto a mí? Grito, grito pero en silencio y sueño, sueño con hallarla de nuevo, se me ocurren millones de ideas para atravesar la niebla y así encontrarla de nuevo, pero se aleja, se aleja cada vez más. Tengo las piernas paralizadas y no puedo correr… como en el sueño aquel de mi infancia, donde era perseguido y apenas me podía mover. Pero esta vez es diferente, noto como soy yo el que no quiere correr y todo por temor a que se sienta acorralada con mi presencia, como en otros caminos ya pasados.

Hoy sigo andando por ese camino que inicié, pero el sol está oculto, tan solo las tinieblas me acechan, he de encontrarla, necesito demostrarle lo mucho que la necesito, necesito hacerle sonreír, quiero verle feliz. Añoro sus miradas, sus caricias y sus sonrisas... ¿Donde está el ángel que del cielo vi caer? Está entre la niebla... ya no grito en silencio, necesito que me escuche, que sepa que sigo aquí, buscándola para decirle lo mucho que significa para mí, para hacerle ver que un ángel y un simple mortal pueden hallar juntos la felicidad.

Duro es el destino que nos ha sido escrito, pero le doy gracias por dejarme caminar conjuntamente un ángel que del cielo vi llegar, si la niebla me impidiese llegar a él de nuevo, se que siempre la tendré junto a mí, pues habita en lo más profundo de mi corazón, y siempre la querré.

Internet y las conversaciones por chat

miércoles, 2 de abril de 2008

10 Puntos de Vista  

Todos sabemos ya, que internet es un gran "mundo" y en ese mundo ocurre prácticamente de.. Todo!

Hace escasos minutos he recibido el siguiente mail: Los internautas a menudo se embarcan en lo que ellos cariñosamente conocen como "cibersexo". A menudo las fantasías tecleadas y compartidas a través de las líneas de Internet se vuelven bastante calientes.

Sin embargo, como vereís a continuación, uno de los dos cibernautas de la siguiente trascripción de una conversación en línea no parece haber cogido suficientemente bien el punto del cibersexo.

Después de esto, puede que lo hiciera...

BIENDOTADO: Hola, Corazoncito. ¿Qué aspecto tienes?

CORAZONCITO: Llevo una blusa de seda rosa, minifalda y tacones altos. Salgo todos los días. Estoy perfectamente formada. Mis medidas son 90-60-90. Y tú ¿qué aspecto tienes?.

BIENDOTADO: Mido 1'90 peso 100 Kg. Tengo gafas y llevo puestos unos sudados pantalones azules que acabo de comprar en el mercadillo. También llevo una camiseta con algunas manchas de la salsa barbacoa de la cena... huele divertido, eh!.

CORAZONCITO: Te quiero. ¿Te gustaría taladrarme?.

BIENDOTADO: OK

CORAZONCITO: Estamos en mi dormitorio. Hay música suave en el equipo estéreo y velas en el tocador y en la mesilla. Te estoy mirando directamente a los ojos, sonriendo. Mi mano se desliza por tu entrepierna y empieza a acariciar tu inmenso e hinchado paquete.

BIENDOTADO: Estoy tragando saliva. Estoy empezando a sudar.

CORAZONCITO: Te estoy quitando la camiseta y besando tu pecho.

BIENDOTADO: Ahora te estoy desabrochando la blusa. Mis manos están temblorosas.

CORAZONCITO: Estoy gimiendo suavemente.

BIENDOTADO: Estoy deslizando tu blusa quitándotela lentamente.

CORAZONCITO: Echo la cabeza hacia atrás de placer. La fría seda se desliza por mi ardiente piel. Froto tu paquete más rápido, tirando y frotando más y más.

BIENDOTADO: Mi mano de repente se sacude espasmódicamente y sin querer hace un roto en tu blusa. Lo siento.

CORAZONCITO: Está bien, no era demasiado cara.

BIENDOTADO: Te la pagaré.

CORAZONCITO: No te preocupes de eso. Llevo puesto un sujetador negro de encaje. Mis suaves tetas se agitan arriba y abajo por mi respiración que se hace más y más fuerte.

BIENDOTADO: Estoy palpando el broche de tu sujetador. Creo que se ha atascado. ¿Tienes una tijeras?.

CORAZONCITO: Te cojo la mano y la beso suavemente. Me llevo las manos detrás y me desabrocho. El sujetador resbala por mi cuerpo. El aire acaricia mis tetas. Mis pezones están erectos para ti.

BIENDOTADO: ¿Cómo lo has hecho?. Cojo del suelo el sujetador e inspecciono el broche.

CORAZONCITO: Estoy arqueando la espalda... Oh cariño... Lo único que quiero es sentir tu lengua sobre todo mi cuerpo.

BIENDOTADO: Tiro el sujetador. Estoy lamiendo tus..., ya sabes, tus tetas. ¡Están muy limpias!.

CORAZONCITO: Estoy enroscando mis dedos por tu pelo. Ahora te mordisqueo la orejita.

BIENDOTADO: De repente estornudo. Tus tetas se han cubierto de saliva y de flemas.

CORAZONCITO: ¿Cómo?.

BIENDOTADO: Lo siento mucho. De verdad.

CORAZONCITO: Me estoy limpiando las flemas de las tetas con los restos de la blusa.

BIENDOTADO: Te aparto de encima la empapada blusa. La tiro al suelo y hace "chof" al caer.

CORAZONCITO: Vale. Estoy tirando de tus sudados pantalones y frotando tu dura herramienta.

BIENDOTADO: Grito como una mujer. ¡Tus manos están heladas! ¡Ufffffff!.

CORAZONCITO: Me estoy quitando la minifalda. Quítame los pantis.

BIENDOTADO: Te estoy quitando los pantis. Mi lengua recorre todo tu cuerpo entrando y saliendo mientras te mordisqueo ...¡ay!... espera un momento.

CORAZONCITO: ¿Qué pasa?.

BIENDOTADO: Tengo un pelo de tu pubis pegado en la garganta. Me estoyahogando.

CORAZONCITO: ¿Estas bien?.

BIENDOTADO: Me esta dando un ataque de tos. Me estoy poniendo rojo.

CORAZONCITO: ¿Puedo ayudarte?.

BIENDOTADO: Estoy corriendo a la cocina, ahogándome mucho. Voy hurgando en los armarios, buscando un vaso. ¿Dónde guardas los vasos?.

CORAZONCITO: En el armario a la derecha del fregadero.

BIENDOTADO: Estoy bebiendo un vaso de agua. Así, ya esta mejor.

CORAZONCITO: Vuelve conmigo, amante mío.

BIENDOTADO: Estoy lavando el vaso.

CORAZONCITO: Estoy en la cama retorciéndome por ti.

BIENDOTADO: Estoy secando el vaso. Ahora lo estoy guardando en el armario. Y ahora estoy andando hacia el dormitorio. Espera, esta muy oscuro, me he perdido. ¿Dónde está el dormitorio?.

CORAZONCITO: La última puerta de la izquierda al final del pasillo.

BIENDOTADO: Lo encontré.

CORAZONCITO: Estoy tirando hacia abajo de tus pantalones. Estoy gimiendo, Te deseo desesperadamente.

BIENDOTADO: Yo también.

CORAZONCITO: Tus pantalones ya están quitados. Te beso apasionadamente. Nuestros cuerpos desnudos se aprietan mutuamente.

BIENDOTADO: Tu cara me está aplastando las gafas contra mi cara. Que daño.

CORAZONCITO: ¿Por qué no te las quitas?.

BIENDOTADO: Vale. Pero no veo muy bien sin ellas. Dejo mis gafas en la mesilla.

CORAZONCITO: Estoy preparada boca arriba sobre la cama. ¡Dámelo cariño!.

BIENDOTADO: Tengo ganas de mear. Voy palpando a ciegas el camino a través del dormitorio hacia el cuarto de baño.

CORAZONCITO: Vuelve deprisa, amor mío.

BIENDOTADO: Encontré el baño y está oscuro. Estoy buscando a tientas la taza. Levanto la tapa.

CORAZONCITO: Estoy esperando ansiosa a que vuelvas.

BIENDOTADO: He terminado, ya voy. Estoy tanteando el tirador de la cadena pero no lo encuentro. ¡Oh, no!.

CORAZONCITO: ¿Ahora que pasa?.

BIENDOTADO: Me acabo de dar cuenta de que he meado en el cesto de la ropa sucia. De nuevo, lo siento. Ya voy de camino al dormitorio, sigo el camino a ciegas.

CORAZONCITO: Mmm, Sí. Vamos.

BIENDOTADO: Vale, ahora voy a poner mi... ya sabes...mi cosa...en tu ...ya sabes...la cosa que tenéis las mujeres.

CORAZONCITO: ¡Oh, sí!. ¡Hazlo cariño, hazlo!.

BIENDOTADO: Te estoy tocando tu suave culo. Me gusta mucho. Te beso en el cuello. Ummm, Tengo un pequeño problema.

CORAZONCITO: Estoy moviendo mi culo atrás y adelante, gimiendo. ¡No puedo soportarlo ni un segundo más! ¡Métemela! ¡Taládrame ya!.

BIENDOTADO: Está flácida..

CORAZONCITO: ¿Cómo?.

BIENDOTADO: Está flácida. No puedo sostener una erección.

CORAZONCITO: Estoy de pie dando vueltas a un lado y a otro; con una mirada incrédula en mi cara.

BIENDOTADO: Me encojo de hombros con una mirada triste, mi salchicha se ha quedado floja. Voy a coger mis gafas a ver que es lo que va mal.

CORAZONCITO: No, no importa. Me estoy vistiendo. Me estoy poniendo mi ropa interior. Ahora me estoy poniendo mi mojada y desastrosa blusa.

BIENDOTADO: ¡No, espera! Ahora estoy mirando bizco, intentado encontrar la mesilla. Estoy palpando a través del vestidor, golpeando los botes de laca, marcos de fotos y tus velas.

CORAZONCITO: Me estoy abrochando la blusa. Ahora me estoy poniendo los zapatos.

BIENDOTADO: He encontrado las gafas. Me las estoy poniendo. ¡Dios Mío! Una de las velas ha caído en la cortina. ¡La cortina se ha prendido! La estoy señalando, con una mirada de horror.

CORAZONCITO: Vete al infierno. Me estoy desconectando, ¡imbécil!.

BIENDOTADO: ¡Ahora se ha prendido la alfombra!. ¡Oh nooooo!

CORAZONCITO: >desconectada<